IMPORTANCIA
¿Puede un país vivir con una carga tan pesada?
En 1993, en tiempos de vitalidad económica, los intereses de la deuda equivalían al 7% de la recaudación total. Después de esa fecha, la carga fue más tupida. Subió por ejemplo el IVA, se crearon nuevos impuestos, se redujo el mínimo no imponible. No obstante, los intereses de los compromisos con el exterior más que se triplicaron.
El interrogante que se plantea es: ¿Puede un país vivir pagando intereses de la deuda que se multiplican por encima de toda lógica?
Pero la gran cuestión no es sólo el cumplimiento de los intereses. Cuando se cumple, por sobre todas las cosas se está substrayendo una masa formidable de recursos al consumo y a la inversión doméstica. Surge así otra pregunta: ¿Puede un país poco desarrollado como la Argentina financiar el consumo y la inversión de otros países?
Como los recursos internos más la menor entrada de divisas (dada la contracción exportadora) no alcanzan para seguir pagando esos intereses, en el Gobierno se procura asegurarle a los acreedores los futuros desembolsos hipotecando la recaudación impositiva. Esto significa que los tenedores de la deuda tendrán prioridad para cobrar. Por encima del resto de los acreedores como son los empleados públicos, los jubilados y los proveedores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario